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L-carnosina: un suplemento dietético infrautilizado

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La carnosina es una molécula producida de forma natural compuesta por dos aminoácidos: la histidina y la alalina. Como suplemento dietético, ha estado disponible durante años. Sin embargo, no es tan popular como la ciencia existente debería tenerla en cuenta. La carnosina actúa en tejidos “excitables”, como el muscular y el nervioso, y alcanza concentraciones altas en la musculatura del esqueleto. En estos tejidos, es de vital importancia a la hora de mantener el pH y la carga eléctrica correcta.

A menudo, la carnosina se confunde con la carnitina. Ambas contienen la raíz “carn-“, que significa ‘carne’, ya que las dos se encuentran en mayores concentraciones en la carne (y el pescado). Como las fuentes vegetarianas de proteínas no contienen carnosina, una dieta vegetariana (especialmente vegana) podría no proporcionar carnosina preformada adecuada, pero como sucede con la carnitina, se cree que el cuerpo humano es capaz de producir cantidades suficientes. No obstante, como sucede con la carnitina, la complementación con carnitina cumple con su función en la medicina tradicional. Actualmente, estudios clínicos en humanos han demostrado que complementar la dieta con cinc-carnosina:

  • Mejora el funcionamiento muscular y la recuperación de la fatiga muscular.
  • Protege contra la degeneración del cerebro, así como de la pérdida de función cognitiva y memoria asociada a la edad.
  • Mejora el funcionamiento mental y la conducta en niños con trastorno por déficit de atención y autismo.
  • Cura las úlceras pépticas cuando se combina con zinc.

Un análisis detallado de las funciones de la carnosina

Además de su importancia a la hora de regular la carga eléctrica en el tejido excitable, las investigaciones han demostrado que la carnosina es importante para la salud celular por otras razones. En los músculos, la carnosina neutraliza la formación amplia de ácido láctico durante el ejercicio de alta intensidad y apoya la recuperación del ejercicio. Estos efectos aceleran la capacidad de trabajo del músculo exhausto por el ejercicio anterior y explica la popularidad de la carnosina entre los culturistas y deportistas para mejorar la función muscular y la recuperación de la fatiga muscular.

La carnosina también es un importante antioxidante intracelular. Se ha demostrado que recoge especies reactivas del oxígeno (ROS), además de proteger contra la peroxidación de los ácidos grasos de la membrana celular durante el estrés oxidativo. También ha demostrado efectos antiedad significativos, en parte por sus efectos antioxidantes, pero también previene la glicación (el acople de moléculas de azúcar a proteínas) asociada al envejecimiento prematuro.

La carnosina es especialmente importante para proteger el cerebro contra la degeneración neuronal, así como de la pérdida de la función cognitiva y la memoria. También se ha demostrado que revitaliza las células del tejido conjuntivo, lo que podría explicar sus efectos beneficiosos en la curación de las heridas y su uso para intentar combatir los efectos del envejecimiento en la piel, que provoca arrugas y pérdida de elasticidad. Los niveles de carnosina del cuerpo se reducen con la edad. Para cuando una persona tiene 70 años, los niveles de carnosina se han reducido en su cuerpo en un 63 %. A causa de estos y otros efectos, la carnosina está ganando una buena reputación como un nutriente para la longevidad y antiedad.

Investigaciones clínicas con carnosina

Las investigaciones clínicas sobre la carnosina se han centrado principalmente en sus efectos antiedad, así como en sus efectos sobre la función cerebral.

En cuanto a los efectos antiedad generales, varios estudios clínicos han resaltado el potencial de la carnosina a la hora de ralentizar el proceso de envejecimiento previniendo el daño oxidativo y la glicación. Asimismo, también se ha demostrado que la carnosina inhibe directa e indirectamente la liberación de mediadores inflamatorios como las citoquinas. Reducir la inflamación silenciosa se está convirtiendo en otro objetivo clave no solo para la estrategia antiedad, sino también para prevenir el desarrollo de enfermedades degenerativas crónicas como las enfermedades cardíacas, la diabetes y trastornos neurodegenerativos como el Parkinson y la enfermedad de Alzheimer. Dadas las acciones únicas de la carnitina en el cerebro, podría ser un agente ideal para prevenir declives relacionados con la edad en el funcionamiento cognitivo y la memoria.

En cuanto a estimular la potencia del cerebro, varios estudios de doble ciego controlados por placebo han examinado el uso de carnosina en pacientes con enfermedades neurodegenerativas. En un estudio se comparó una dosis diaria de 0,75 g o 2 g de carnosina con un placebo, durante 21 días, en 42 pacientes con encefalopatía crónica, un trastorno cerebral que es una enfermedad degenerativa progresiva que aparece muy a menudo en personas con un historial de varias conmociones cerebrales y otras formas de lesiones de la cabeza. En el grupo de la carnosina se descubrieron mejoras significativas en la función cognitiva y reducciones en el estrés oxidativo.

Otro estudio examinó el efecto de 1,5 g de carnosina a diario durante 30 días en pacientes de Parkinson tratados con L-Dopa (levodopa). La incorporación de carnosina al régimen del tratamiento mejoró significativamente los síntomas neurológicos, con una mejora del 36 % en los síntomas, en comparación con una mejora del 16 % en el grupo control. Los signos clínicos de la enfermedad de Parkinson, incluyendo la reducción de los movimientos del cuerpo y la rigidez de las extremidades también mejoraron significativamente. Esta mejora en la “actividad diaria” de los pacientes de Parkinson les permite más independencia y una mejor calidad de vida, lo que lleva a los autores del estudio a concluir que la carnosina es una forma razonable de mejorar el tratamiento de la enfermedad de Parkinson y reducir los posibles efectos tóxicos de la terapia con medicinas estándar.

A causa de los efectos beneficiosos de la carnosina en la mejora de la función muscular y cerebral, investigadores de la Universidad de Georgetown evaluaron recientemente sus efectos en la enfermedad de la Guerra del Golfo (GWI) o enfermedad crónica polisintomática (CMI), términos utilizados para describir la fatiga discapacitante, el dolor generalizado y la disfunción sufrida por alrededor del 25 % de los veteranos de la Guerra del Golfo Pérsico de 1990-1991.

Una teoría líder propone que la GWI/CMI es el resultado de la exposición en tiempo de guerra a diversos factores, incluyendo vacunas, varios productos químicos y estrés. Estos factores inician la producción prolongada de inflamación, radicales libres y la lesión resultante en el cerebro, el sistema nervioso y el tejido muscular. Como se ha demostrado que la carnosina protege el cerebro y las células musculares del tipo de daños que subyacen en la GWI/CMI, se diseñó un estudio de doble ciego controlado por placebo para determinar su un suplemento nutricional de L-carnosina mejoraría significativamente el dolor, la cognición y la fatiga en la GWI. El estudio de 12 semanas incluyó a 25 sujetos que padecían GWI que recibieron L-carnosina con dosis de 500, 1000 y 1500 mg, con aumentos en intervalos de 4 semanas, o bien un placebo. Los resultados principales incluyeron medidas que evaluaban la función cognitiva, las sensaciones de fatiga y dolor así como los niveles de actividad. La única medida que demostró un beneficio sistemático fue la influencia de la complementación con carnosina a la hora de mejorar la función mental.

Aunque los investigadores habían esperado ver mejoras en todas las áreas de la GWI/CMI, la capacidad de la complementación con carnosina para mejorar la función mental en estos pacientes fue importante y añade más apoyo clínico para la carnosina en esta aplicación.

La carnosina también podría ser útil a la hora de mejorar la función cerebral en el autismo. En un ensayo de doble ciego controlado por placebo en 31 niños, se demostró que la carnosina mejora el vocabulario expresivo y receptivo y mejoras subjetivas en una escala de valoración del autismo a lo largo de un ensayo de 8 meses con una dosis de 800 mg/día.

Zinc-carnosina para aliviar las úlceras pépticas

El zinc aumenta la producción de mucinas en estudios de cultivos celulares y se ha demostrado que posee un efecto protector sobre las úlceras pépticas en estudios con animales. En estudios con humanos, la complementación con zinc parece ser útil para sanar úlceras pépticas, y la unión de zinc y carnosina es lo más beneficioso. Estudios clínicos con humanos utilizando zinc-carnosina demuestran no solo la capacidad de curar úlceras pépticas, sino también de combatir la bacteria (Helicobacter pylori o H. pylori) vinculada a la indigestión (dispepsia), la úlcera péptica y el cáncer de estómago. Cuando 60 pacientes que sufrían dispepsia con infección de H. pylori recibieron solo antibióticos (lansoprazol, amoxicilina y claritromicina) o antibióticos además de zinc-carnosina durante siete días, se observaron mejores resultados en el grupo que tomaba zinc-carnosina (una tasa de éxito del 94 % frente al 77 %).

En un ensayo con doble ciego, 248 pacientes con úlceras gástricas confirmadas fueron asignados aleatoriamente a 1 de un total de 4 grupos que recibían 150 mg diarios de extracto de zinc-carnosina o su placebo respectivo, o bien 800 mg de hidrocloruro de cetraxato (un agente protector de la mucosa) o su placebo respectivo. Las medicaciones del estudio comenzaron en el plazo de una semana desde el diagnóstico de una úlcera gástrica con endoscopia y continuaron durante 8 semanas. A las 8 semanas, el 75 % del grupo de zinc-carnosina experimentó una marcada mejoría de los síntomas en comparación con el 72 % del grupo del cetraxato. La tasa de curación endoscópica fue del 60,4 % en el grupo de zinc-carnosina y del 46,2 % en el grupo del cetraxato a las 8 semanas.

Dosis recomendadas

La dosis recomendada típica para aprovechar los efectos antiedad de la carnosina es de 1500 a 2000 mg al día. Para niños con autismo, la dosis es de 800 a 1000 mg al día. Para úlceras pépticas e indigestión, la dosis de zinc-carnosina normalmente es de 75 mg dos veces al día.

No hay efectos adversos ni interacciones con medicamentos a las dosis recomendadas.

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