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El melón amargo es un arbusto trepador que crece sobre todo en la India, Corea, China y Bangladesh, pero también en las regiones tropicales de África oriental, el Amazonas y el Caribe. Su nombre científico es Momordica charantia y también se conoce como pepino amargo, calabaza amarga o pera balsámica. Pertenece a la familia de las cucurbitáceas y está emparentado estrechamente con el pepino, la calabaza y el calabacín. El melón amargo se utiliza como planta medicinal tradicional en países de todo el mundo, como Ghana, Brasil, China, Haití, Colombia, Panamá y Perú. El uso tradicional más extendido es el tratamiento de la diabetes; sin embargo, en diversas culturas indígenas también se usa para tratar la gota, los dolores menstruales, la psoriasis, el eczema, el reumatismo, la ictericia y el estreñimiento.
Según algunos estudios recientes, el melón amargo tiene propiedades antibacterianas y antivirales. También se ha demostrado que los extractos de Momordica charantia son eficaces en el tratamiento de úlceras, dolor e hipertensión. Aquí exploraremos los seis principales beneficios del melón amargo basados en las investigaciones y cómo podría mejorar su salud y bienestar.
Según nuevas investigaciones, el melón amargo, utilizado desde hace mucho tiempo por las culturas indígenas de todo el mundo para tratar la diabetes, puede ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre. Se cree que favorece la liberación de insulina y mejora la resistencia a ella.
En dos estudios se observó que la ingesta diaria de 2000 mg de melón amargo reducía los niveles de azúcar en la sangre y de hemoglobina A1c. La hemoglobina A1c es una prueba que muestra hasta qué punto se ha regulado el azúcar en la sangre en los últimos 3 meses.
En otro estudio se observó que la fructosamina se reducía considerablemente con la administración de suplementos de melón amargo. La fructosamina es una sustancia que se crea cuando la glucosa se une a las proteínas. Si los niveles de fructosamina son elevados, significa que durante las últimas tres semanas el promedio de glucosa en la sangre fue elevado. El seguimiento de la tendencia de los valores de fructosamina proporcionará una mejor perspectiva del control de la glucemia que una sola lectura.
El consumo de melón amargo podría contribuir a la utilización celular de la glucosa, ayudándola a salir de la sangre y dirigirse a los tejidos corporales, como el hígado, el tejido adiposo y el tejido muscular, donde puede utilizarse o almacenarse para un uso futuro.
El melón amargo tiene fitonutrientes que actúan de forma similar a la insulina, lo que ayuda a que la glucosa penetre en las células del organismo, donde puede utilizarse como fuente de energía, y la expulsa de la sangre, donde puede provocar muchos problemas. El melón amargo también podría bloquear la conversión de otros nutrientes en glucosa, lo que ayudaría a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Aunque las investigaciones científicas demuestran que el melón amargo puede reducir el azúcar en la sangre, no es un tratamiento aprobado para los trastornos del azúcar en la sangre, incluida la diabetes y la prediabetes. Debe tenerse precaución al tomar medicamentos hipoglucemiantes y consumir grandes cantidades de melón amargo o suplementos concentrados, ya que el melón amargo puede reducir considerablemente los niveles de azúcar en la sangre. Al combinar el melón amargo con medicamentos hipoglucemiantes, los niveles de azúcar en sangre podrían descender demasiado y provocar efectos adversos. Por ejemplo, los niveles de azúcar en la sangre podrían bajar peligrosamente si se toma melón amargo con insulina.
Los niveles elevados de colesterol LDL pueden provocar enfermedades cardíacas y vasculares. Muchos estudios realizados con animales han demostrado que el melón amargo podría reducir los niveles de colesterol.
Un estudio encontró que los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) se redujeron considerablemente con el consumo de extracto de melón amargo.
En estudios realizados con ratones, la variedad Koimidori del melón amargo resultó ser la más eficaz para reducir los niveles de triglicéridos hepáticos (hígado). Los investigadores concluyeron que los estudios actuales y anteriores indican claramente que el melón amargo, sobre todo la variedad Koimidori, presenta una potente capacidad para reducir los triglicéridos hepáticos.
Con un alto contenido en fibra, el melón amargo puede facilitar el tránsito intestinal. La fibra pasa a través de los intestinos con bastante lentitud, lo que ayuda a engrosar las heces aumentando su peso y tamaño al tiempo que las ablanda.
La fibra también es importante para mantener un microbioma intestinal diverso y sano y proporciona un sustrato para las bacterias intestinales beneficiosas. Consumir suficiente fibra puede ayudar a mantener la regularidad y la fluidez del tracto digestivo.
La ingesta de fibra alimentaria no solo es importante para la salud intestinal, sino que también está relacionada con la salud metabólica general, incluida la sensibilidad a la insulina, las enfermedades cardiovasculares, la inflamación crónica y la mortalidad general. Los estudios han revelado que la dieta occidental es pobre en fibra. Se llega a la conclusión de que, dada la abundancia de pruebas científicas que corroboran los numerosos y diversos beneficios de la fibra dietética para la salud, y los riesgos relacionados con la falta de fibra en la dieta, la optimización de la fibra en nuestras dietas es una estrategia de salud pública importante para mejorar la salud en general, lo que se traduce en beneficios sustanciales para la salud de la población en el futuro.
Con dos gramos de fibra por porción de 100 gramos, el melón amargo es una excelente fuente de fibra para añadir a la dieta, ya que aporta el 8 % de las necesidades diarias de fibra.
El melón amargo puede ayudar en casos de estreñimiento o síndrome del intestino irritable (SII) debido a sus propiedades de tipo laxante. Sus propiedades laxantes pueden atribuirse a unos compuestos llamados antraquinonas que se encuentran en el melón amargo. Como estimulante digestivo, también puede ayudar a aliviar las hemorroides y la indigestión.
El melón amargo, repleto de vitaminas y minerales, es un alimento rico en nutrientes que resulta ideal para cualquier estilo de vida.
Una porción de 100 gramos de melón amargo, que contiene el 44 % del valor diario de vitamina A y el 99 % del valor diario de vitamina C, puede tener efectos positivos en la salud. Se sabe que la vitamina A ayuda a mantener sanos los ojos, y la vitamina C desempeña un papel vital en la salud inmunitaria y la prevención de enfermedades.
El melón amargo también es rico en minerales, como zinc, potasio y hierro.
El zinc es un mineral importante para el crecimiento y el desarrollo y desempeña un papel fundamental en la cicatrización de heridas, la función tiroidea y la coagulación de la sangre.
El Potasio ayuda al organismo a regular los líquidos y la contracción muscular, y contribuye a normalizar la tensión arterial.
El hierro es necesario para producir hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno en nuestros glóbulos rojos, así como mioglobina, una proteína que suministra oxígeno a los músculos. Unos niveles bajos de hierro pueden provocar anemia ferropénica, una enfermedad muy frecuencia.
La catequina, la epicatequina, el ácido clorogénico y el ácido gálico son antioxidantes eficaces que están presentes en el melón amargo. Los antioxidantes protegen al organismo frente a los radicales libres que causan estrés oxidativo, lo que provoca daños en las células de todo el organismo. Los daños oxidativos provocan un envejecimiento prematuro y contribuyen a enfermedades crónicas como las enfermedades cardíacas, la diabetes y el Alzheimer.
Mediante el consumo de suplementos de melón amargo, es posible reducir el riesgo de sufrir enfermedades crónicas y envejecimiento prematuro.
El extracto de melón amargo ha tenido un impacto positivo en el aumento de peso corporal y la deposición de grasa.
Muchos estudios indican que el melón amargo puede reducir el peso corporal en animales de laboratorio con obesidad inducida por dietas con alto contenido graso. En un estudio se demostró que la administración de suplementos de melón amargo no solo evitaba el aumento de peso corporal, sino también la masa de grasa visceral (grasa alrededor de los órganos vitales) en ratones alimentados con dietas con alto contenido graso. Según otro estudio, el melón amargo también redujo el tejido adiposo blanco (grasa) en estos ratones.
En otro estudio se descubrió que la administración de suplementos de aceite de semillas de melón amargo reducía la masa grasa y el peso corporal en ratones alimentados con una dieta con alto contenido graso.
También se ha demostrado que el melón amargo inhibe la hipertrofia adipocitaria o el crecimiento excesivo de células grasas.
La incorporación del melón amargo a su dieta podría ayudar a bajar de peso y disminuir la grasa corporal, reduciendo la obesidad y el riesgo relacionado con el exceso de grasa visceral.
Aunque el melón amargo tiene numerosos beneficios para la salud, su consumo excesivo puede tener efectos secundarios.
La diarrea y el dolor abdominal se han relacionado con el consumo excesivo de melón amargo.
Debido a sus efectos hipoglucemiantes, hay que tener precaución al consumir melón amargo con medicamentos hipoglucemiantes.
Las mujeres embarazadas deben evitar el consumo de melón amargo, ya que podría provocar hemorragias y contracciones durante el embarazo.
Hable con su médico antes de incorporar el melón amargo a su dieta o rutina de suplementos, especialmente si está embarazada, en período de lactancia o tomando medicamentos para la diabetes.
El melón amargo se ha empleado como planta medicinal tradicional en diversas culturas indígenas de todo el mundo. La ciencia moderna ha validado muchos de los usos tradicionales de la planta.
La capacidad de reducir el azúcar en la sangre es tal vez el resultado más notable de la investigación, ya que el melón amargo se ha venido utilizando de forma tradicional durante siglos para tratar la diabetes y regular el azúcar en la sangre.
Otras posibilidades destacables del consumo de melón amargo son los posibles efectos en la reducción del colesterol, el apoyo digestivo y la ayuda con las pruebas de reducción de peso.
Teniendo en cuenta la amplia variedad de vitaminas y minerales que contiene, el melón amargo es un complemento saludable para cualquier dieta y contribuye a un estilo de vida saludable.
Referencias:
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